Una persona no puede escoger sus circunstancias, pero si puede escoger sus pensamientos e indirectamente, y con seguridad, darle forma a sus circunstancias (James Allen)
Había una vez un campesino que tenía algunos caballos para que lo ayudasen en su pequeña hacienda. Un día un capataz le fue a dar la noticia de que el mejor de sus caballos había caído en un pozo.
Personalidad resistente (foto de sirvival_kike flickr) |
El campesino se dirigió al lugar vio que el caballo estaba bien he intentó con todas sus fuerzas sacar al caballo. Al ver que no lo conseguía comprendió que no valía la pena el rescatarlo. Entonces, apesadumbrado le pidió al capataz que echara le echara tierra encima para enterrarlo allí mismo.
El capataz comenzó a echar arena. El caballo no se dejaba enterrar y utilizaba la tierra para subir, hasta que finalmente consiguió salir.
Y tú que haces, ¿sacudes la tierra o dejas que esta te entierre?
Qué caracteriza a una personalidad resistente
Una persona que pese a sufrir trastornos que podrían desestabilizarle, resiste y sale a flote. Este tipo de personas viven como las demás acontecimientos que pueden afectarles por ejemplo un divorcio, un despido en el trabajo, etc. Pero le echan cara a la vida y aceptan lo que les sucede de manera estoica.
Qué rasgos tienen este tipo de personalidad
Un psicólogo llamado Kobasa descubrió que los individuos con personalidad resistente poseen unas características comunes. Estas personas tienen compromiso, control y reto. Estas cualidades hacen que este tipo de personas sepan encajar lo que les sucede y vivir con ello lo mejor posible.
Análisis de los rasgos de la personalidad resistente
El compromiso: significa creer en lo que uno hace y comprometerse con ello. El compromiso abarca varios aspectos de la vida el trabajo, las relaciones con los demás, la responsabilidad con las obligaciones que se le plantean diariamente. Estas personas no solamente se enfrentan exitosamente a situaciones estresantes sino que también pueden ayudar a otros a encararse con este tipo de sucesos.
El control: las personas con control tienen una motivación intrínseca. Es decir, lo que les motiva es algo interno. Lo que les mueve y les impulsa son ellos mismos. Creen que ellos son responsables de lo que les pasa y que pueden afrontarlo. Estas personas piensan que son competentes que tienen la capacidad de superar lo que les sucede.
El reto: estas personas consideran que el cambio es algo inherente a la vida. Entienden los cambios no como derrotas sino como retos beneficiosos para su desarrollo personal.
Estas tres características son las que nos pueden hacer salir del pozo ¿te animas?
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